Nacidos de Nuevo

Nacidos de Nuevo

La vida cristiana tiene grandes y reconfortantes etapas. Una de la mas amena experiencia por la que puede atravesar un cristiano, es el bautismo en las aguas.

Escritores bíblicos y biógrafos de Jesús no escatimaron en la prerrogativa del bautismo como tema de interés general de todos los de la familia de la fe.

Mateo recoge el acontecimiento único de la iniciación de Jesús en su ministerio publico, al ser bautizados en las aguas del rió Jordán.

Mateo 3:13-17:

Entonces, dice mateo, vino Jesús al Jordán donde Juan bautizaba para ser bautizado.

Marcos 16:16:

Recoge las ultimas palabras de Jesús, cuando en su ascensión decía: ¨El que creyere y fuere bautizado sera salvo.¨

De modo que el bautismo, debe ser una decisión urgente para aquellos que han sido instruidos al respecto, porque de ello depende en gran medida la salvación del alma.

De ahí, que el bautismo venga a ser una ordenanza de la iglesia cristiana.

El, produce la estampa eterna de regeneración, trasnformacion y arrepentimiento de nuestros pecados.

El doctor Lucas en su tratado histórico llamado Hechos de los Apóstoles 2:38, colecta parte del sermón de Pedro en el pórtico de Salomón, después de la ascensión de Jesús, una apología oral que defiendia el cumplimiento del advenimiento del Espíritu Santo, y en cuya disertación no dejo fuera al bautismo como elemento trascendental e importante para sellar el perdón de los pecados y preparar al individuo para ser depositario del Espíritu Santo.

El termino bautizo deriva de una raíz griega que implica ser introducidos en un liquido y salir pintado de un color diferente al original.

El eunuco de la reina de Candace, por ejemplo, según Hechos 8:38-39, fue sumergido en las aguas y bautizado por el evangelista Felipe, y cuando subió del agua, todas sus interrogantes anteriores con relación al ministerio de Jesús,profetizado por Isaías (Ver cap. 61), fueron disipadas y siguió su camino con gran gozo. Así que el bautismo produce gozo inefable en las vidas.

En nuestra mas reciente convención efectuamos uno de los bautismos mas hermosos de los últimos tiempos como iglesia y ministerio nacional. Las aguas de una de las piscinas de un afamado hotel de Puerto Plata, ciudad costera y turística bien conocida a nivel mundial, fue testigo al acoger a nuestros jóvenes (no bautizados hasta entonces) y, a través de la declaración y proclamación del Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, como lo establece la biblia, fueron transportados a la extraordinaria dimensión de la vida abundante.